Quiero ser casa de acogida, ¿qué debo saber?

En primer lugar, queremos dejar claro que ser casa de acogida es una gran responsabilidad que deber ser meditada y consultada con todos los miembros de la familia. Hay que hacer una reflexión previa sobre la disponibilidad e implicación que se podrá tener con el animal.

Las casas de acogida no tienen que hacerse cargo de los gastos de manutención o gastos veterinarios, es la propia asociación la que proporciona todo aquello necesario. ¡El único gasto necesario por tu parte es tiempo y amor!

Si la casa de acogida quiere hacerse cargo de algunos de los gastos como puede ser la alimentación, la asociación recibe estos gestos como una donación, ya que los costes y cargas que debemos afrontar son cada vez más grandes.

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Las casas de acogida son para muchos de nuestros animales su primer hogar. En el caso de ser su "segundo" hogar (desafortunadamente los abandonos son muy frecuentes), estamos seguros que serán el primero en el que aprenderán el verdadero significado de las palabras cariño y afecto.

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Las casas de acogida no pueden dar los animales en adopción. Esta decisión corresponde a la asociación CGG. Aunque nos sirve de gran ayuda, que hagan de canal de difusión en la búsqueda de hogares definitivos.

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Las casas de acogida cuentan con todo el apoyo y ayuda de los miembros de la asociación. En caso de dudas sobre alimentación, comportamientos, veterinarios a dónde acudir, medicaciones o tratamientos, ... siempre habrá un voluntario con el que se tendrá contacto directo.

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La asociación colabora con distintas clínicas veterinarias. Toda la información sobre las mismas será proporcionada a las casas de acogida, para que estas puedan llevar allí a los animales en caso de necesidad.

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Si tras un tiempo con el animal, este ha pasado a ser una pilar indispensable en la familia y la familia decide adoptarlo, la asociación da preferencia a la misma en el proceso de adopción.

Las principales causas por las que se necesitan casas de acogida son: